El escenario habla por sí mismo, fue en Washington, DC delante del monumento a Abraham Lincoln, el granjero
que llegó a presidente, que ganó la guerra civil que unió a su país y liberó a
los esclavos.
Allí durante una histórica
manifestación de más de 200,000 en pro de los derechos civiles para los negros
en los Estados Unidos, pronunció su memorable discurso el pastor estadounidense
de la Iglesia bautista Martin Luther King, era agosto, 28 de 1963. Luther King estuvo siempre al
frente del Movimiento por los derechos civiles para los afroamericanos y
participó como activista en numerosas protestas contra la Guerra del Vietnam y
la pobreza en general. El simbólico discurso
inmortalizó una frase de quien fuera uno de los mayores íconos de la lucha
contra la discriminación racial en Estados Unidos. YO TENGO UN SUEÑO.
¡Que repique la libertad
desde la cúspide de los montes prodigiosos de Nueva Hampshire! ¡Que repique la
libertad desde las poderosas montañas de Nueva York! ¡Que repique la libertad
desde las alturas de las Alleghenies de Pensilvania! ¡Que repique la libertad
desde las Rocosas cubiertas de nieve en Colorado! ¡Que repique la libertad
desde las sinuosas pendientes de California! Pero no sólo eso: ! ¡Que repique
la libertad desde la Montaña de Piedra de Georgia! ¡Que repique la libertad
desde la Montaña Lookout de Tennesse! ¡Que repique la libertad desde cada
pequeña colina y montaña de Misisipí! “Tengo un sueño, un solo sueño, seguir
soñando”
Por esa actividad encaminada
a terminar con el Apartheid estadounidense y la discriminación racial a través
de medios no violentos, se le concedió a título póstumo la Medalla Presidencial
de la Libertad por Jimmy Carter en 1977, la Medalla de oro del congreso de los
Estados Unidos en 2004, pero en 1964, había sido condecorado con el Premio
Nobel de la Paz.
A los cinco años de este
discurso, es asesinado Martín Luther King, por un segregacionista blanco en
Memphis (Tennessee), su vida se apagó con el impacto de una bala, pero su
figura continúa vigente en la sociedad estadounidense y mundial.
En su poema musicalizado CITA
CON ÁNGELES, el trovador Silvio Rodríguez recoge el fatídico instante: DEJANDO
UN SURCO LUMINOSO POR SOBRE MEMPHIS, TENNESSEE, PASÓ VOLANDO PRESUROSO UN SER
ALADO EN FRENESÍ. IBA VISTIÉNDOSE DE LUTO, IBA LLORANDO EL QUERUBÍN E IBA
CONTANDO LOS MINUTOS DE DIOS Y MARTIN LUTHER KING;- escudo de las personas que
luchan contra el racismo y la discriminación social.