Ellas dejaron de ser hace ya tiempo, el juguete hermoso que permanecía a los pies del hombre, para convertirse en el ser humano que junto a Él comparte la vida.
El fundamento que nos asiste para afirmar lo anterior, está palpable en la historia de reivindicaciones de la mujer cubana, especialmente tras el enero victorioso de 1959.
Echar una mirada a la situación existente en la Cuba de los años 50 del pasado siglo VEINTE, por ser la etapa más cercana al triunfo revolucionario, es adentrarse en la ignominia a que estaba especialmente sometida, la población femenina.
Pero a pesar de ello, el ímpetu, la entrega, la fuerza y voluntad de las cubanas, se ha impuesto siempre en cualquier época, por difíciles que hayan sido las circunstancias.
Un bien ganado lugar tiene hoy la mujer de la Isla caribeña en todas las esferas del desarrollo socio económico, político y cultural que la hacen exponente de su capacidad, inteligencia y destrezas para desempeñar cualquier misión.
Este OCHO de marzo que concluye en la capital cubana el DECIMO Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, en el que se ha dado cita una valiosa representación de lo mejor de las féminas de cada rincón del país, es reconfortante y ejemplo ante el mundo que coincida con el Día Internacional de la Mujer, efeméride que aquí a diferencia de tantas otras naciones, es una fiesta!
Y se abrazan junto al pueblo del que son hijas, como verdadero ejército que con olor a rifle o aroma de recién nacidos, enfrentan cada día nuevas batallas con una sonrisa.
