Publicación de realidades cotidianas sin fronteras

viernes, 24 de junio de 2016

Novia que reclama protección y respeto.



Aunque en la partida de mi nacimiento reza que vi la luz aquí en la ciudad de Manzanillo, fui llevada de pequeña lejos de estos lares y de nuevo aquí después de tanto tiempo, siento que he sido importada, que me perdí muchas cosas lindas en esa ausencia aún cuando me lastima el maltrato a cada piedra de la ciudad. Tanto que os relato un suceso cotidiano…
Hace dos miércoles atrás,  mientras caminaba por el parque central de la ciudad, el Carlos Manuel de Céspedes, me acerqué a un niño de unos 3 o 4 años, que partía  unas florecillas relindas  que adornan un costado de su Majestad: la emblemática GLORIETA de Manzanillo. El pequeño, había cruzado la verja y estaba dentro del jardín, es decir bajo sus pies quedaba el manto natural de donde nacen esas florecillas.
Miré el entorno para ver si adivinaba al “dueño” de aquello niño y deduje que era un señor que se afanaba en escuchar una conversación con audífonos incluidos, a través de su móvil. Sí, era el hombre. Porque… Levantó la vista hacia nosotros, se quitó los artefactos de sus orejas, inclinó su cuerpo y desde  el puesto donde se encontraba…unos 15 metros, casi voceó ¡Algún problema?.., el niño, que ni siquiera se había percatado de mi presencia no se inmutó y siguió inclinadito en su inocente juego.
Levanté la mano en gesto de que Ah...es usted,? y me acerqué. B. tardes, saludé. – Dígame; fue la respuesta del individuo, mientras su vista iba más al  teléfono que a mí. Como educada empedernida repliqué.-  Disculpe. B tardes, - Sí, sí dígame por favor, espetó mi interpelado Compañero, le hablé,-  hay un problema sí, su..Nieto, - dijo el hombre, Bien, su nieto, mientras Usted está ocupado en la comunicación, está haciendo algo incorrecto que seguramente él no puede dilucidar, pero Usted sí. - Que hace en cuestión?. Arranca las flores del jardín y está dentro del propio sitio estropeando el sembrado.- Pero si es solo un niño compañera. Eso no le hace daño alguno, imagínese.
Hice un gesto de despedida, sin contestar siquiera, no porque no tuviera argumentos, si no porque sencillamente no valía la pena..Pero me reconfortó que el abuelo aquel, ante mi actitud, se dirigiera hasta el pequeño y lo retuviera a su lado…
Si evoco el incidente es precisamente por la necesidad que tiene nuestro patrimonio material de ser cuidado y respetado…
Me siento como importada, ya lo dejaba sentado al inicio, pero la GLORIETA de los manzanilleros, de los granmenses, de los cubanos y del mundo es de aquí, nació aquí…vive aquí y ha sido y seguirá por mucho tiempo siendo cómplice de nuestras vidas como testigo..¿Mudo?...Bueno tal vez si pudiera hablar se quejara de esta y de otras actitudes que sencillamente la irrespetan.
No cree Usted que 92 años es ya una larga vida para la novia de una ciudad que lo menos que pueden hacer sus habitantes es respetarla…? Entonces...Por qué no reverenciarnos ante este símbolo y con hechos protegerla y conservarla siempre a salvo?

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